Soila Herrera, Nirva Mendoza, José Smith, María Silva y Yamilet Mendoza
lunes, 4 de agosto de 2008
Sistematización de las experiencias del curso Visión Emergente de la Educación en el ámbito Socio Político Contemporáneo

A continuación, el grupo Canoaborobinson expone algunos de los aspectos logrados a través de la sistematización de la experiencia obtenida en el curso, la cual fué enviada de forma más explicita al facilitador del curso a través del coordinador del grupo no asistido:
¿Para qué queremos sistematizar esta experiencia?
La sistematización la empleamos como práctica educativa para reflexionar sobre la propia práctica docente, lo cual nos puede ayudar a mejorarla.
Por otra parte, la sistematización la hacemos porque nos permite hacer análisis comparativos de modelos educativos, debatir sobre los mismos y enriquecer la teoría sobre la Visión Emergente de la Educación en el Ámbito Socio Político Contemporáneo.
¿Qué nos sucedió durante el desarrollo de este curso?
¿Qué aspectos de esa experiencia merecen ser tomados en cuenta?
¿Cómo fue el proceso de registro de la experiencia?
Los contenidos de estos recursos conjuntamente con otros documentos gestionados por el grupo permitieron el análisis y la reflexión, con lo cual se realizó un análisis crítico de los mismos, elaborando memorias críticas y mapas mentales de acuerdo a las asignaciones del curso. Cada miembro del grupo realizó sus propias anotaciones las cuales eran confrontadas y analizadas al momento de realizar cada una de las tareas.
¿Por qué sucedió lo que sucedió? Y ¿Qué elementos influyeron en que ocurriera lo que realmente ocurrió?
En otro orden de ideas, hubo mucho dinamismo e interés en los temas que eran nuevos para nosotros, quisimos buscar otras fuentes distintas a la de la plataforma, a fin de comprender mejor y enriquecer los contenidos y tareas planteadas.
¿Cuales aprendizajes relevantes, derivados de la experiencia, podemos referir?
En la construcción del nuevo sujeto pedagógico están involucrados factores biológicos, psicológicos, y socio-culturales porque el hombre es una totalidad humano -social
El nuevo sujeto pedagógico no debe estar signado por el proceso educativo tradicional, propio del modernismo, caracterizado por una versión mecanicista y generacional que concibe al ser humano como producto de etapas que se viven en momentos particulares de la existencia, las cuales hay que atender de manera especial, indistintamente de los estadios anteriores o de los procesos por vivir.
El modelo socio-político anterior determinaba las relaciones de dominación en la familia y esas relaciones se reproducían en el sistema educativo, en consecuencia, el proceso educativo tradicional donde crecimos estaba enmarcado en programas y estructuras pre elaboradas a partir de las ciencias modernas. No obstante, actualmente el hombre está rompiendo con las normas preestablecidas que reproducen la relación de dominación, quiere interrumpir la historia y empezar a construir otra, bajo el signo de emancipación de todos y todas.
La construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico exige un nuevo razonamiento donde a la hora de pensar y hacer política educativa se aprende sustancialmente desde la verdad colectiva que emerge de la experiencia concreta y del acontecimiento emancipador que la misma práctica tiene la facultad de producir.
En la construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico es necesaria la fuerza que nos demos a nosotros mismos de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política.
La institución, el facilitador y el participante deben ser políticos y hacer política. Es la política de la nueva democracia transformadora la que nos ha de liberar.
En la construcción del nuevo sujeto pedagógico debemos involucrar nuevas lógicas, nuevos métodos que permitan inventar las soberanías colectivas y la liberación posible, es decir, el imaginario subjetivo-colectivo.
Al transformar las cualidades potenciales en capacidades efectivas, se puede incrementar el valor social del hombre.
La educación es un elemento fundamental que debe jugar a favor de una verdadera transformación social. Una nueva sociedad no tendrá origen sin una base educativa alternativa que proyecte y construya los valores sobre los cuales se determinará aquella nueva visión del mundo.
En la producción colectiva del conocimiento; el saber es un proceso vivo, dinámico, que se desarrolla en la interacción entre las personas, en su reflexión compartida sobre lo que hacen, lo que buscan, lo que aspiran y desean.
La educación popular plantea la reorientación de la educación hacia un nuevo sistema axiológico que libere a las masas del analfabetismo funcional y establezca su función formativa, lo cual permitirá a los grupos sociales sistematizar sus experiencias y propiciar que los individuos sean autores y actores de los procesos de cambio.
Se requieren de nuevos instrumentos y metodologías que posibiliten una interpretación más amplia, integral, histórica y sistémica de los procesos y, sobre todo, desarrollar un poderoso instrumental de gestión del cambio, capaz de contribuir a generar las transformaciones necesarias para recuperar la capacidad activa de la educación para incidir en el desarrollo y la construcción de la cultura.
La visión del paradigma educativo emergente es transformar el entorno de aprendizaje, las mentalidades, las conciencias y los conocimientos mismos; provocando de esa manera un salto en la evolución humana, basado en el paradigmático y revolucionario cambio en los contenidos, modos, estrategias y formas de enseñanza, asumiendo que las aspiraciones y condiciones sociales de bienestar crecerán exponencialmente y emergerá la conciencia en el estudiante de un individuo dotado de superiores facultades.
Los educadores Robinsonianos estamos llamados a asumir el desafío de implementar acciones que dinamicen los procesos educativos, promover transformaciones profundas en las universidades y replantear el papel que hasta este momento ha venido cumpliendo la Educación Superior en Venezuela.
En concordancia a las exigencias educativas en Venezuela, ha surgido la Educación Bolivariana, la cual es un proceso de formación de ciudadanos, que tiene como fin desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y pleno ejercicio de la personalidad, la valoración ética del trabajo y la participación activa consciente y solidaria en los procesos de transformación social.
Se plantea la necesidad de un modelo educativo para la libertad y para la soberanía, éste debe ser auténtico, debe partir de una visión de país y debe sustentar sus estrategias de acción sobre los principios de autogestión, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad, donde el individuo pueda desenvolverse en un contexto de democracia plena en el que esté asegurada la participación de todos los miembros de una comunidad, con democracia participativa y protagónica.
El proyecto Ciber Robinsón dotaría a la comunidad de universidades aliadas, con una red Inter Universitaria de Tecnología Educativa para atender progresivamente a más de un millón de participantes en un lapso de dos años. Esta educación se realizaría a distancia y se atendería las necesidades de la población de bajos recursos económicos.
Con la refundación universitaria se tiene una universidad capaz de crear un nuevo orden social y económico a partir de la colectivización del conocimiento, que active los cambios societarios necesarios para impulsar nuevos modos de pensar, de sentir, de vivir y de convivir; que haga viable el modelo de sociedad acordado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
A través del programa Simón de los pueblos las comunidades serán autosuficientes a través de la educación y el trabajo. Promueve interacción universidad – pueblo con oportunidades para la comunidad, sin exclusión, con quien sea, donde sea y como sea.
En la construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico es necesaria la fuerza que nos demos a nosotros mismos de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política.
La institución, el facilitador y el participante deben ser políticos y hacer política. Es la política de la nueva democracia transformadora la que nos ha de liberar.
En la construcción del nuevo sujeto pedagógico debemos involucrar nuevas lógicas, nuevos métodos que permitan inventar las soberanías colectivas y la liberación posible, es decir, el imaginario subjetivo-colectivo.
Al transformar las cualidades potenciales en capacidades efectivas, se puede incrementar el valor social del hombre.
La educación es un elemento fundamental que debe jugar a favor de una verdadera transformación social. Una nueva sociedad no tendrá origen sin una base educativa alternativa que proyecte y construya los valores sobre los cuales se determinará aquella nueva visión del mundo.
En la producción colectiva del conocimiento; el saber es un proceso vivo, dinámico, que se desarrolla en la interacción entre las personas, en su reflexión compartida sobre lo que hacen, lo que buscan, lo que aspiran y desean.
La educación popular plantea la reorientación de la educación hacia un nuevo sistema axiológico que libere a las masas del analfabetismo funcional y establezca su función formativa, lo cual permitirá a los grupos sociales sistematizar sus experiencias y propiciar que los individuos sean autores y actores de los procesos de cambio.
Se requieren de nuevos instrumentos y metodologías que posibiliten una interpretación más amplia, integral, histórica y sistémica de los procesos y, sobre todo, desarrollar un poderoso instrumental de gestión del cambio, capaz de contribuir a generar las transformaciones necesarias para recuperar la capacidad activa de la educación para incidir en el desarrollo y la construcción de la cultura.
La visión del paradigma educativo emergente es transformar el entorno de aprendizaje, las mentalidades, las conciencias y los conocimientos mismos; provocando de esa manera un salto en la evolución humana, basado en el paradigmático y revolucionario cambio en los contenidos, modos, estrategias y formas de enseñanza, asumiendo que las aspiraciones y condiciones sociales de bienestar crecerán exponencialmente y emergerá la conciencia en el estudiante de un individuo dotado de superiores facultades.
Los educadores Robinsonianos estamos llamados a asumir el desafío de implementar acciones que dinamicen los procesos educativos, promover transformaciones profundas en las universidades y replantear el papel que hasta este momento ha venido cumpliendo la Educación Superior en Venezuela.
En concordancia a las exigencias educativas en Venezuela, ha surgido la Educación Bolivariana, la cual es un proceso de formación de ciudadanos, que tiene como fin desarrollar el potencial creativo de cada ser humano y pleno ejercicio de la personalidad, la valoración ética del trabajo y la participación activa consciente y solidaria en los procesos de transformación social.
Se plantea la necesidad de un modelo educativo para la libertad y para la soberanía, éste debe ser auténtico, debe partir de una visión de país y debe sustentar sus estrategias de acción sobre los principios de autogestión, cooperación, solidaridad, concurrencia y corresponsabilidad, donde el individuo pueda desenvolverse en un contexto de democracia plena en el que esté asegurada la participación de todos los miembros de una comunidad, con democracia participativa y protagónica.
El proyecto Ciber Robinsón dotaría a la comunidad de universidades aliadas, con una red Inter Universitaria de Tecnología Educativa para atender progresivamente a más de un millón de participantes en un lapso de dos años. Esta educación se realizaría a distancia y se atendería las necesidades de la población de bajos recursos económicos.
Con la refundación universitaria se tiene una universidad capaz de crear un nuevo orden social y económico a partir de la colectivización del conocimiento, que active los cambios societarios necesarios para impulsar nuevos modos de pensar, de sentir, de vivir y de convivir; que haga viable el modelo de sociedad acordado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
A través del programa Simón de los pueblos las comunidades serán autosuficientes a través de la educación y el trabajo. Promueve interacción universidad – pueblo con oportunidades para la comunidad, sin exclusión, con quien sea, donde sea y como sea.
¿Son relevantes estos aprendizajes para futuros cursos?
¿Cómo, a la luz de nuestra experiencia, podemos mejorar nuestras prácticas como participantes y como facilitadores?
Como participantes podemos mejorar nuestras prácticas encaminando nuestros intereses investigativos con el nuevo modelo de desarrollo nacional y con las necesidades y exigencias de las comunidades, lo cual nos daría un perfil de Magister Robinsoniano con un enfoque humanista y comprometidos con nuestro entorno.
Como facilitadores nuestra práctica se verá fortalecida al tener presente que la nueva visión del educador del siglo XXI, está sostenida en docentes con alta sensibilidad y responsabilidad social. En este sentido, debemos tener una perspectiva crítica para indagar la realidad socioeducativa; construyendo conocimientos adaptados a la realidad compleja y proveer una formación continua que forme desde la vida y para la vida.
Nosotros como facilitadores, debemos hacer un análisis reflexivo de la praxis educativa, lo cual implica preguntarse y repreguntarse sobre el quehacer docente y estar permanentemente abiertos a la necesaria introducción de cambios en esa praxis, a través de sus manifestaciones, características y práctica cotidiana. Además de ello, debemos tener disposición para enseñar, lo que quiere decir, que se debe sentir inclinación vocacional, respeto y compromiso por la actividad que se realiza.
Por otra parte, debemos asumir el rol de facilitador y mediador de aprendizaje, creando nuevos saberes que impulsen el modelo de desarrollo endógeno.
domingo, 3 de agosto de 2008
La constitución del sujeto histórico en los actuales procesos de transformación social

La dinámica social en Latinoamérica ha estado signada por las luchas de los Movimientos Sociales, los cuales son en primer lugar Colectivos Humanos con visión y propuesta política y un claro sentido de su compromiso histórico. Son organizaciones Inter.-transdisciplinarias complejas que aunque a nivel interno presenten valores e intereses comunes, parte de su dinamismo lo nutren las contradicciones surgidas de las categorías axiológicas que profesen sus integrantes. Son por lo tanto instancias de participación política, siempre en crecimiento y siempre reorientando y redefiniendo sus acciones. Se comportan como redes sociales y han surgido como respuesta a las inmensas demandas de equidad, justicia social, expansionismo cultural que demanda el pueblo desposeído y también como consecuencia de la madurez política que poco a poco ha ido gestando la revolución democrática.
A lo largo del desarrollo de la humanidad ha surgido una multiplicidad de sujetos colectivos, portadores de valores de justicia, igualdad, derechos y protagonistas de protestas y luchas, los cuales dieron origen a movimientos, revueltas, protestas de tipo social, económico, religioso y político.
Ante este desafiante panorama, la educación es un elemento fundamental que debe jugar a favor de una verdadera transformación social. Una nueva sociedad no tendrá origen sin una base educativa alternativa que proyecte y construya los valores sobre los cuales se determinará aquella nueva visión del mundo. Estas nuevas micro y macro visiones son construidas por los propios actores del proceso al margen de las universidades y los centros del saber y del poder. Los aprendizajes surgidos de la experiencia cotidiana, sistematizados y transmitidos por la memoria colectiva, la toma de conciencia, el desarrollo y crecimiento ético-moral que valora los acumulados ancestrales y otorga significancia y pertinencia a los saberes y haberes socio-históricos, socio-políticos, socio-educativos, socio-espirituales, que configuran nuestra identidad como pueblo y son integralmente la propuesta formativa, que aunque presenta carencias de herramientas metodológicas, día a día entre ensayo y error suma logros y aciertos en sus experiencias de participación.
Otro punto importante a tomar en cuenta la producción colectiva del conocimiento; el saber es un proceso vivo, dinámico, que se desarrolla en la interacción entre las personas, en su reflexión compartida sobre lo que hacen, lo que buscan, lo que aspiran y desean. Durante los últimos años, principalmente en América Latina, se han desarrollado diferentes metodologías participativas que han permitido profundizar en el conocimiento comunitario y regional visto desde la perspectiva de los propios sujetos. De igual forma, estas acciones han permitido sistematizar diferentes experiencias educativas, generando un rico instrumental de metodologías cualitativas. A partir de estas experiencias educativas interesantes que responden a las necesidades del colectivo, y no de los grupos económicos que manejan el poder, se ha logrado expresar la verdadera capacidad creadora y reflexiva del ser humano.
Partiendo de las experiencias y demandas educativas, se plantea un nuevo enfoque en educación popular, el cual plantea la reorientación de la educación hacia un nuevo sistema axiológico que libere a las masas del analfabetismo funcional y establezca su función formativa, lo cual permitirá a los grupos sociales sistematizar sus experiencias y propiciar que los individuos sean autores y actores de los procesos de cambio que están ocurriendo.
De acuerdo a estas necesidades educativas colectiva, se requieren de nuevos instrumentos y metodologías que posibiliten una interpretación más amplia, integral, histórica y sistémica de los procesos y, sobre todo, desarrollar un poderoso instrumental de gestión del cambio, capaz de contribuir a generar las transformaciones necesarias para recuperar la capacidad activa de la educación para incidir en el desarrollo y la construcción de la cultura.
Los nuevos planteamientos generados en torno a la constitución de sujetos sociales recrean estas posibilidades de cambio desde la reconstrucción de lo cotidiano en voluntades colectivas para la conformación de futuros posibles. Los aportes fundamentales se centran en que los sujetos sociales se crean a sí mismos, transforman su entorno y son influenciados por elementos externos a los cuales responden de manera diferenciada. Los grupos sociales, desde esta perspectiva, representan construcciones socio-históricas particulares que, a su vez, se constituyen en producentes de realidad.
Aunado a este importante esfuerzo de reconstrucción teórica, la transformación social debe partir del reconocimiento por parte de los grupos sociales de las potencialidades de participación y transformación de su realidad, acotada a sus mediaciones de poder y sus posibilidades de construcción de futuro en lo cercano.
La visión del paradigma educativo emergente es transformar el entorno de aprendizaje, las mentalidades, las conciencias y los conocimientos mismos; provocando de esa manera un salto en la evolución humana, basado en el paradigmático y revolucionario cambio en los contenidos, modos, estrategias y formas de enseñanza, asumiendo que las aspiraciones y condiciones sociales de bienestar crecerán exponencialmente y emergerá la conciencia en el estudiante de un individuo dotado de superiores facultades; pero para que sea exitoso pedagógicamente este paradigma educativo ha de tener como propósito medular el despertar en los individuos esa conciencia de sí, capaz de autoconciencia de sí y del vasto mar de realidades en el que nos movemos cotidianamente, capaz de potenciar las facultades intelectuales que hasta ahora han permanecido aletargadas. Estas propuestas renovadoras del nuevo paradigma deben integrarse a la comunidad y al grupo de interacción social; dotando al estudiante de una estructura mental capaz de superar cualquier barrera, dotar al individuo con valores, cualidades, técnicas, métodos, conocimientos y sobre todo con procesos de autoaprendizaje para enfrentarse al siempre cambiante mundo.
Nuestra Sociedad está en un profundo proceso de transformación tanto en lo socio-económico como en el rol del Estado. De este nuevo escenario surgen nuevos valores, nuevas formas de relación entre las personas y las sociedades. Un nuevo mundo que las Ciencias Sociales no imaginaron y donde se mantienen y agudizan las grandes carencias y diferencias culturales. Todo ello pone a la Educación en un constante desafío, el dar respuestas desde una perspectiva cada vez más rigurosa y sistemática a los problemas.
Se vislumbra un horizonte de una sociedad emergente con una visión de país distinta y con deseos de apropiarse de la conducción de su destino, de ser actores de su proceso de crecimiento, se vislumbra una sociedad con espíritu liberador, estamos en proceso de conformación de un hombre nuevo, al cual hay que entenderlo en su integralidad, en lo bio psico social y sus emociones, valores y voluntad, por lo cual la educación debe responder a esta diversidad de dimensiones del ser humano.
En tal sentido, los educadores Robinsonianos estamos llamados a asumir el desafío de implementar acciones que dinamicen los procesos educativos, promover transformaciones profundas en las universidades y replantear el papel que hasta este momento ha venido cumpliendo la Educación Superior en Venezuela.
En el aspecto formativo (planificación, contenidos), se debe considerar un elemento sustancial como es las prácticas culturales en las comunidades tradicionales, las cuales están fuertemente vinculadas a sus actividades sociales y productivas cotidianas, este aspecto comporta la integralidad entre el ser y hacer de su vida diaria. Debemos integrar las actividades culturales autóctonas de cada comunidad a los contenidos y prácticas educativas, de tal forma que los referentes educativos en los aspectos sociales, culturales, políticos y económicos no sean completamente ajenos a sus realidades, lo que indudablemente afecta directamente en el interés y motivación de los participantes.
Nos acercamos cada vez más a una educación “virtual”, en la que miramos la realidad como algo ajeno a nuestra vida cotidiana y la formación que recibimos está cada vez más lejos de nuestro contexto y realidad sociocultural. Sin embargo, es importante adaptar los contenidos y estrategias a las necesidades locales, por ello es importante la implementación de técnicas que nos permitan conocer, comprender y abordar las comunidades, ente ellas podemos mencionar los diagnósticos comunitarios, los talleres de problematización, los mapas institucionales, así como las historias de vida y comunitarias, ofrecen un importante instrumental metodológico para ubicar en marcos más amplios las investigaciones en el aula y articular los procesos educativos con el contexto en el que se desenvuelven.
Otro aspecto a considerar es la comprensión del individuo en su contexto, la mediación del proceso de aprendizaje y nos demos a nosotros mismos la oportunidad de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política.
A lo largo del desarrollo de la humanidad ha surgido una multiplicidad de sujetos colectivos, portadores de valores de justicia, igualdad, derechos y protagonistas de protestas y luchas, los cuales dieron origen a movimientos, revueltas, protestas de tipo social, económico, religioso y político.
Ante este desafiante panorama, la educación es un elemento fundamental que debe jugar a favor de una verdadera transformación social. Una nueva sociedad no tendrá origen sin una base educativa alternativa que proyecte y construya los valores sobre los cuales se determinará aquella nueva visión del mundo. Estas nuevas micro y macro visiones son construidas por los propios actores del proceso al margen de las universidades y los centros del saber y del poder. Los aprendizajes surgidos de la experiencia cotidiana, sistematizados y transmitidos por la memoria colectiva, la toma de conciencia, el desarrollo y crecimiento ético-moral que valora los acumulados ancestrales y otorga significancia y pertinencia a los saberes y haberes socio-históricos, socio-políticos, socio-educativos, socio-espirituales, que configuran nuestra identidad como pueblo y son integralmente la propuesta formativa, que aunque presenta carencias de herramientas metodológicas, día a día entre ensayo y error suma logros y aciertos en sus experiencias de participación.
Otro punto importante a tomar en cuenta la producción colectiva del conocimiento; el saber es un proceso vivo, dinámico, que se desarrolla en la interacción entre las personas, en su reflexión compartida sobre lo que hacen, lo que buscan, lo que aspiran y desean. Durante los últimos años, principalmente en América Latina, se han desarrollado diferentes metodologías participativas que han permitido profundizar en el conocimiento comunitario y regional visto desde la perspectiva de los propios sujetos. De igual forma, estas acciones han permitido sistematizar diferentes experiencias educativas, generando un rico instrumental de metodologías cualitativas. A partir de estas experiencias educativas interesantes que responden a las necesidades del colectivo, y no de los grupos económicos que manejan el poder, se ha logrado expresar la verdadera capacidad creadora y reflexiva del ser humano.
Partiendo de las experiencias y demandas educativas, se plantea un nuevo enfoque en educación popular, el cual plantea la reorientación de la educación hacia un nuevo sistema axiológico que libere a las masas del analfabetismo funcional y establezca su función formativa, lo cual permitirá a los grupos sociales sistematizar sus experiencias y propiciar que los individuos sean autores y actores de los procesos de cambio que están ocurriendo.
De acuerdo a estas necesidades educativas colectiva, se requieren de nuevos instrumentos y metodologías que posibiliten una interpretación más amplia, integral, histórica y sistémica de los procesos y, sobre todo, desarrollar un poderoso instrumental de gestión del cambio, capaz de contribuir a generar las transformaciones necesarias para recuperar la capacidad activa de la educación para incidir en el desarrollo y la construcción de la cultura.
Los nuevos planteamientos generados en torno a la constitución de sujetos sociales recrean estas posibilidades de cambio desde la reconstrucción de lo cotidiano en voluntades colectivas para la conformación de futuros posibles. Los aportes fundamentales se centran en que los sujetos sociales se crean a sí mismos, transforman su entorno y son influenciados por elementos externos a los cuales responden de manera diferenciada. Los grupos sociales, desde esta perspectiva, representan construcciones socio-históricas particulares que, a su vez, se constituyen en producentes de realidad.
Aunado a este importante esfuerzo de reconstrucción teórica, la transformación social debe partir del reconocimiento por parte de los grupos sociales de las potencialidades de participación y transformación de su realidad, acotada a sus mediaciones de poder y sus posibilidades de construcción de futuro en lo cercano.
La visión del paradigma educativo emergente es transformar el entorno de aprendizaje, las mentalidades, las conciencias y los conocimientos mismos; provocando de esa manera un salto en la evolución humana, basado en el paradigmático y revolucionario cambio en los contenidos, modos, estrategias y formas de enseñanza, asumiendo que las aspiraciones y condiciones sociales de bienestar crecerán exponencialmente y emergerá la conciencia en el estudiante de un individuo dotado de superiores facultades; pero para que sea exitoso pedagógicamente este paradigma educativo ha de tener como propósito medular el despertar en los individuos esa conciencia de sí, capaz de autoconciencia de sí y del vasto mar de realidades en el que nos movemos cotidianamente, capaz de potenciar las facultades intelectuales que hasta ahora han permanecido aletargadas. Estas propuestas renovadoras del nuevo paradigma deben integrarse a la comunidad y al grupo de interacción social; dotando al estudiante de una estructura mental capaz de superar cualquier barrera, dotar al individuo con valores, cualidades, técnicas, métodos, conocimientos y sobre todo con procesos de autoaprendizaje para enfrentarse al siempre cambiante mundo.
Nuestra Sociedad está en un profundo proceso de transformación tanto en lo socio-económico como en el rol del Estado. De este nuevo escenario surgen nuevos valores, nuevas formas de relación entre las personas y las sociedades. Un nuevo mundo que las Ciencias Sociales no imaginaron y donde se mantienen y agudizan las grandes carencias y diferencias culturales. Todo ello pone a la Educación en un constante desafío, el dar respuestas desde una perspectiva cada vez más rigurosa y sistemática a los problemas.
Se vislumbra un horizonte de una sociedad emergente con una visión de país distinta y con deseos de apropiarse de la conducción de su destino, de ser actores de su proceso de crecimiento, se vislumbra una sociedad con espíritu liberador, estamos en proceso de conformación de un hombre nuevo, al cual hay que entenderlo en su integralidad, en lo bio psico social y sus emociones, valores y voluntad, por lo cual la educación debe responder a esta diversidad de dimensiones del ser humano.
En tal sentido, los educadores Robinsonianos estamos llamados a asumir el desafío de implementar acciones que dinamicen los procesos educativos, promover transformaciones profundas en las universidades y replantear el papel que hasta este momento ha venido cumpliendo la Educación Superior en Venezuela.
En el aspecto formativo (planificación, contenidos), se debe considerar un elemento sustancial como es las prácticas culturales en las comunidades tradicionales, las cuales están fuertemente vinculadas a sus actividades sociales y productivas cotidianas, este aspecto comporta la integralidad entre el ser y hacer de su vida diaria. Debemos integrar las actividades culturales autóctonas de cada comunidad a los contenidos y prácticas educativas, de tal forma que los referentes educativos en los aspectos sociales, culturales, políticos y económicos no sean completamente ajenos a sus realidades, lo que indudablemente afecta directamente en el interés y motivación de los participantes.
Nos acercamos cada vez más a una educación “virtual”, en la que miramos la realidad como algo ajeno a nuestra vida cotidiana y la formación que recibimos está cada vez más lejos de nuestro contexto y realidad sociocultural. Sin embargo, es importante adaptar los contenidos y estrategias a las necesidades locales, por ello es importante la implementación de técnicas que nos permitan conocer, comprender y abordar las comunidades, ente ellas podemos mencionar los diagnósticos comunitarios, los talleres de problematización, los mapas institucionales, así como las historias de vida y comunitarias, ofrecen un importante instrumental metodológico para ubicar en marcos más amplios las investigaciones en el aula y articular los procesos educativos con el contexto en el que se desenvuelven.
Otro aspecto a considerar es la comprensión del individuo en su contexto, la mediación del proceso de aprendizaje y nos demos a nosotros mismos la oportunidad de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política.
¿Cómo se constituye hoy el Sujeto Pedagógico (maestro-participante o alumno, contenido y evaluación)?



A través de la presente memoria crítica se pretende explicar cómo se forma el sujeto pedagógico, tomando en consideración todos los elementos influyentes, tales como el facilitador, el contenido, la evaluación y él mismo como participante activo, considerando los sentimientos, pilar importante en esta formación.
Los sentimientos son las respuestas sucesivas a situaciones en que nos vemos comprometidos y de las que no podemos zafarnos. Despojados así de toda realidad, los sentimientos serían aquellos sucesos escogidos o preferentes que vivimos, la inmanencia pura, es decir, mi mundo interior independiente del mundo real. Los sentimientos son temporales, sucesivos y a la vez espaciales, simultáneos, es decir, psicológicamente no duran siempre, pero ontológicamente pueden determinar el carácter de una persona. Hay otros sentimientos que no llegan a florecer o se pierden a mitad de camino. Son permanentes y efímeros. Mientras el hombre vive siente sin cesar; por ello los sentimientos son eternamente temporales o temporalmente eternos.
La Pedagogía del Sentimiento, tiene una tríada de la que estamos partiendo, la cual se genera a partir de un elemento concreto: el conocer. El axioma “si yo enseño el otro aprende” hay que flexibilizarlo, pues al impartir un contenido se tiene la posibilidad que el otro, por vía de la alteridad logre tener elementos para enriquecer el discurso. En este orden de ideas se debe reconocer que hay una escuela que tenemos, una escuela que queremos y una escuela posible. En la conjunción de esas tres posibilidades está involucrado el hecho que el saber genera y constituye un sentimiento que se vive cuando imaginamos. Conjugar saber, sentimiento e imaginación constituye un vivir, un espacio ecocognitivo que se resume en cuatro letras para convivir: amar. Amar implica en el acto pedagógico una acción.
La Pedagogía del Sentimiento Se relaciona con la imaginación y la intuición, mediada por el lenguaje; por lo que hay que tomar en cuenta dos elementos importantes que son:
1.- La teoría pedagógica, en sus posibilidades de exponer el aprendizaje, desaprendizaje y reaprendizaje.
2.- Una teoría del sentimiento para delinear una gramática de la vida, expresada en una Pedagogía del Sentimiento.
De acuerdo a estos planteamientos, la educación tendrá como objeto de estudio el saber social, mientras que para la pedagogía será el saber escolar. Este aprendizaje desaprendizaje y reaprendizaje sería la misión fundamental del acto pedagógico. No es lo mismo partir de la opción de enseñanza- aprendizaje planteando el hecho que existe un maestro constituido en sujeto supuesto saber y un alumno aprendiz, a plantearnos el hecho que en el proceso del acto pedagógico se generan condiciones donde hay un aprendizaje, un desaprendizaje y un reaprendizaje, lo cual podríamos resumirlo en el concepto de formación.
En tal sentido, el facilitador debe considerar el sujeto pedagógico como un ser social que tiene rasgos y características propias distintas a los demás, influenciado por la cultura histórica en la que vive y su cultura sentimental. En la transmisión de los contenidos educativos, los facilitadores deben manejar la expresión del sentimiento como un signo que comporta algún significado, ya que la expresión es en sí misma información, para lo cual no sólo se debe aprender la diferenciación de la expresión del sentimiento sino que se debe también aprender su significación. La expresión del sentimiento es una de las fuentes principales de información que se tiene respecto de otra persona.
En cuanto a la evaluación considerando los sentimientos, no hay patrones para cuantificarla. No se puede evaluar una cualidad humana, pues no son mensurables, tienen múltiples dimensiones, no son algo estático, sus raíces están en la interioridad, pueden simularse, son únicos y originales en cada persona. Bajo la perspectiva de la teoría del sentimiento, la evaluación debe ser un proceso de reflexión crítica, con participación de la persona interesada, que implica comprender la situación, tomar conciencia de la misma, indagar sus aspectos esenciales y analizar con el deber ser la evaluación del amor, de una cualidad, que puede transformarse en un examen de conciencia sobre la manera particular que tiene cada persona de vivirlo.
Ahora bien, ¿cómo se constituye hoy el sujeto pedagógico? los aportes de algunos teóricos revisados nos permiten señalar que David Cooper (1978) considera que el sujeto pedagógico se construye en la relación dicotómica sujeto-objeto (observador-acto observante) y abarca el estado de lo social-humano y otros estados de la naturaleza. En opinión del autor, la construcción del sujeto pedagógico debe tomar en cuenta factores de lo social-humano (micro político) que tiene que ver con lo intrapersonal (adentro) recuerdos sueños, fantasmas; lo familiar (familia nuclear burguesa) quien a través de la socialización primaria apropiadora y génesis de la clase dominante genera una relación de opresión, (individuos sanguinarios) producto de una experiencia infantil reprimida, deshumanizada.
Contextualizando la propuesta de Coopper a la realidad actual venezolana, en nuestro ámbito educativo, observamos se perfilan dos situaciones: una propuesta que emerge de los colectivos sociales pero que una vez institucionalizada pierde la fuerza constructiva que le imprimen las colectividades y, una educación formalizada, en donde emerge una propuesta orientada hacia la ruptura del modelo academicista, fragmentado producto del proceso educativo del modelo de dominación sociopolítico capitalista. Ambas buscan la ruptura de ese modelo de poder educativo y ambas requieren invenciones de nuevos métodos y lógicas colectivas donde debe tener cabida lo subjetivo (los sentimientos).
En cuanto a la propuesta de Max Scheler (2003) “Gramática de los sentimientos” a nuestro criterio se inscribe en el marco de la Deontología, aborda lo emocional como fundamento de la ética, aun cuando plantea que la totalidad de nuestra vida emocional depende de la organización psíquico-física, observación y comprensión (razón y corazón, entendimiento y ánimo). Para Max Scheler en los sentimientos están involucrados: sentido (vista, tacto, olfato, audición y gusto), la experiencia, el conocimiento racional y la ética diferenciando entre ética absoluta y ética relativa, que nos lleva a la jerarquización de los valores y a las actitudes valorativas.
De acuerdo a lo expresado por los autores, consideramos que no somos sujetos dominados sólo por la razón; los procesos sociales y educativos están impregnados por la sensibilidad de sus actores, por lo tanto no existe la dicotomía sujeto-objeto, somos constructores subjetivos-colectivos; y por otra parte, cada sujeto percibe la realidad de una manera diferente y por lo tanto los procesos de reflexión que detonan en él son también diferentes, contribuyendo a la producción permanente de nuevos conocimientos.
En la construcción del nuevo sujeto pedagógico están involucrados factores biológicos, psicológicos, y socio-culturales porque el hombre es una totalidad humano –social. El nuevo sujeto pedagógico no debe estar signado por el proceso educativo tradicional, propio del modernismo, caracterizado por una versión mecanicista y generacional que concibe al ser humano como producto de etapas que se viven en momentos particulares de la existencia, las cuales hay que atender de manera especial, indistintamente de los estadios anteriores o de los procesos por vivir.
La construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico exige un nuevo razonamiento donde a la hora de pensar y hacer política educativa se aprende sustancialmente desde la verdad colectiva que emerge de la experiencia concreta y del acontecimiento emancipador que la misma práctica tiene la facultad de producir.
En la construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico es necesaria la fuerza que nos demos a nosotros mismos de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política. Del mismo modo, debemos involucrar nuevas lógicas, nuevos métodos que permitan inventar las soberanías colectivas y la liberación posible, es decir, el imaginario subjetivo-colectivo. Para concluir consideramos que los sentimientos se generan procesos de reflexión, de valoración, indispensable en la conformación del sujeto pedagógico.
Los sentimientos son las respuestas sucesivas a situaciones en que nos vemos comprometidos y de las que no podemos zafarnos. Despojados así de toda realidad, los sentimientos serían aquellos sucesos escogidos o preferentes que vivimos, la inmanencia pura, es decir, mi mundo interior independiente del mundo real. Los sentimientos son temporales, sucesivos y a la vez espaciales, simultáneos, es decir, psicológicamente no duran siempre, pero ontológicamente pueden determinar el carácter de una persona. Hay otros sentimientos que no llegan a florecer o se pierden a mitad de camino. Son permanentes y efímeros. Mientras el hombre vive siente sin cesar; por ello los sentimientos son eternamente temporales o temporalmente eternos.
La Pedagogía del Sentimiento, tiene una tríada de la que estamos partiendo, la cual se genera a partir de un elemento concreto: el conocer. El axioma “si yo enseño el otro aprende” hay que flexibilizarlo, pues al impartir un contenido se tiene la posibilidad que el otro, por vía de la alteridad logre tener elementos para enriquecer el discurso. En este orden de ideas se debe reconocer que hay una escuela que tenemos, una escuela que queremos y una escuela posible. En la conjunción de esas tres posibilidades está involucrado el hecho que el saber genera y constituye un sentimiento que se vive cuando imaginamos. Conjugar saber, sentimiento e imaginación constituye un vivir, un espacio ecocognitivo que se resume en cuatro letras para convivir: amar. Amar implica en el acto pedagógico una acción.
La Pedagogía del Sentimiento Se relaciona con la imaginación y la intuición, mediada por el lenguaje; por lo que hay que tomar en cuenta dos elementos importantes que son:
1.- La teoría pedagógica, en sus posibilidades de exponer el aprendizaje, desaprendizaje y reaprendizaje.
2.- Una teoría del sentimiento para delinear una gramática de la vida, expresada en una Pedagogía del Sentimiento.
De acuerdo a estos planteamientos, la educación tendrá como objeto de estudio el saber social, mientras que para la pedagogía será el saber escolar. Este aprendizaje desaprendizaje y reaprendizaje sería la misión fundamental del acto pedagógico. No es lo mismo partir de la opción de enseñanza- aprendizaje planteando el hecho que existe un maestro constituido en sujeto supuesto saber y un alumno aprendiz, a plantearnos el hecho que en el proceso del acto pedagógico se generan condiciones donde hay un aprendizaje, un desaprendizaje y un reaprendizaje, lo cual podríamos resumirlo en el concepto de formación.
En tal sentido, el facilitador debe considerar el sujeto pedagógico como un ser social que tiene rasgos y características propias distintas a los demás, influenciado por la cultura histórica en la que vive y su cultura sentimental. En la transmisión de los contenidos educativos, los facilitadores deben manejar la expresión del sentimiento como un signo que comporta algún significado, ya que la expresión es en sí misma información, para lo cual no sólo se debe aprender la diferenciación de la expresión del sentimiento sino que se debe también aprender su significación. La expresión del sentimiento es una de las fuentes principales de información que se tiene respecto de otra persona.
En cuanto a la evaluación considerando los sentimientos, no hay patrones para cuantificarla. No se puede evaluar una cualidad humana, pues no son mensurables, tienen múltiples dimensiones, no son algo estático, sus raíces están en la interioridad, pueden simularse, son únicos y originales en cada persona. Bajo la perspectiva de la teoría del sentimiento, la evaluación debe ser un proceso de reflexión crítica, con participación de la persona interesada, que implica comprender la situación, tomar conciencia de la misma, indagar sus aspectos esenciales y analizar con el deber ser la evaluación del amor, de una cualidad, que puede transformarse en un examen de conciencia sobre la manera particular que tiene cada persona de vivirlo.
Ahora bien, ¿cómo se constituye hoy el sujeto pedagógico? los aportes de algunos teóricos revisados nos permiten señalar que David Cooper (1978) considera que el sujeto pedagógico se construye en la relación dicotómica sujeto-objeto (observador-acto observante) y abarca el estado de lo social-humano y otros estados de la naturaleza. En opinión del autor, la construcción del sujeto pedagógico debe tomar en cuenta factores de lo social-humano (micro político) que tiene que ver con lo intrapersonal (adentro) recuerdos sueños, fantasmas; lo familiar (familia nuclear burguesa) quien a través de la socialización primaria apropiadora y génesis de la clase dominante genera una relación de opresión, (individuos sanguinarios) producto de una experiencia infantil reprimida, deshumanizada.
Contextualizando la propuesta de Coopper a la realidad actual venezolana, en nuestro ámbito educativo, observamos se perfilan dos situaciones: una propuesta que emerge de los colectivos sociales pero que una vez institucionalizada pierde la fuerza constructiva que le imprimen las colectividades y, una educación formalizada, en donde emerge una propuesta orientada hacia la ruptura del modelo academicista, fragmentado producto del proceso educativo del modelo de dominación sociopolítico capitalista. Ambas buscan la ruptura de ese modelo de poder educativo y ambas requieren invenciones de nuevos métodos y lógicas colectivas donde debe tener cabida lo subjetivo (los sentimientos).
En cuanto a la propuesta de Max Scheler (2003) “Gramática de los sentimientos” a nuestro criterio se inscribe en el marco de la Deontología, aborda lo emocional como fundamento de la ética, aun cuando plantea que la totalidad de nuestra vida emocional depende de la organización psíquico-física, observación y comprensión (razón y corazón, entendimiento y ánimo). Para Max Scheler en los sentimientos están involucrados: sentido (vista, tacto, olfato, audición y gusto), la experiencia, el conocimiento racional y la ética diferenciando entre ética absoluta y ética relativa, que nos lleva a la jerarquización de los valores y a las actitudes valorativas.
De acuerdo a lo expresado por los autores, consideramos que no somos sujetos dominados sólo por la razón; los procesos sociales y educativos están impregnados por la sensibilidad de sus actores, por lo tanto no existe la dicotomía sujeto-objeto, somos constructores subjetivos-colectivos; y por otra parte, cada sujeto percibe la realidad de una manera diferente y por lo tanto los procesos de reflexión que detonan en él son también diferentes, contribuyendo a la producción permanente de nuevos conocimientos.
En la construcción del nuevo sujeto pedagógico están involucrados factores biológicos, psicológicos, y socio-culturales porque el hombre es una totalidad humano –social. El nuevo sujeto pedagógico no debe estar signado por el proceso educativo tradicional, propio del modernismo, caracterizado por una versión mecanicista y generacional que concibe al ser humano como producto de etapas que se viven en momentos particulares de la existencia, las cuales hay que atender de manera especial, indistintamente de los estadios anteriores o de los procesos por vivir.
La construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico exige un nuevo razonamiento donde a la hora de pensar y hacer política educativa se aprende sustancialmente desde la verdad colectiva que emerge de la experiencia concreta y del acontecimiento emancipador que la misma práctica tiene la facultad de producir.
En la construcción del poder del nuevo sujeto pedagógico es necesaria la fuerza que nos demos a nosotros mismos de sentir, conocer, respetar y hacer valer una subjetividad colectiva y activa, ejerciéndola, inventándola y recreándola con sus propios principios y su propia política. Del mismo modo, debemos involucrar nuevas lógicas, nuevos métodos que permitan inventar las soberanías colectivas y la liberación posible, es decir, el imaginario subjetivo-colectivo. Para concluir consideramos que los sentimientos se generan procesos de reflexión, de valoración, indispensable en la conformación del sujeto pedagógico.
miércoles, 11 de junio de 2008
sábado, 31 de mayo de 2008
EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO

Los problemas del conocimiento radican en que se puede conocer sin tener conciencia de ello y es muy común que, creyendo que se conoce, se caiga en el error y la ilusión. Los hombres siempre han elaborado falsas concepciones de sí mismos, de lo que hacen, de lo que deben hacer y del mundo en que viven y, cuando descubren que lo que creen conocer es errado, entonces deben procurar conocerse a sí mismos. Es por ello que esos problemas no se deben atribuir las ilusiones y los errores a los mitos, creencias, religiones y tradiciones heredadas del pasado, así como tampoco al subdesarrollo de las ciencias, la educación y la razón. La creencia en la grandeza de la razón oculta una racionalización mutilante.
Las ciencias han hecho grandes avances en el campo del conocimiento, pero esos mismos avances acercan al hombre a un “yo no sé que” desconocido que reta sus conceptos, su lógica, su inteligencia, planteándose el problema de lo incognoscible. De este reto surgen interrogantes sobre la incertidumbre de que pueden haber conocimientos que se han ignorado o despreciado, que tal vez han sido destruidos en nombre de la lucha contra la ignorancia, y se hace evidente la necesidad vital de situar, reflexionar y reinterrogar al propio conocimiento.
A partir de ese momento, la búsqueda de la verdad va unida a una investigación acerca de la posibilidad de la verdad, la validez del conocimiento, el conocimiento del conocimiento. Cuando se conoce algo, se cree que esa noción de conocimiento es una y evidente y tan pronto como a esa noción se la interroga, se multiplica en nociones innumerables planteando cada una de ellas nuevas interrogantes, haciéndose el conocimiento cada vez más esquivo, multidimensional e inseparable.
Tal multidimensionalidad se ve rota por la organización del conocimiento en el seno de la cultura; los saberes que permitirían el conocimiento del conocimiento se hallan separados y parcelados. Cada uno se esos fragmentos separados ignora el rostro global del que forma parte. El parcelamiento de los conocimientos no sólo afecta a la posibilidad de un conocimiento del conocimiento, sino también a las posibilidades de conocimiento acerca del hombre mismo y el mundo, provocando una patología del saber. Semejante estado parece evidente y natural.
Siendo ésta la época más exaltante para el progreso del conocimiento, difícilmente se evidencia que las ganancias inauditas del conocimiento se pagan con inauditas ganancias de ignorancia. Las universidades y la investigación, los cuales son los refugios naturales de la libertad de pensamiento, toleran desviaciones e inconformismos y permiten la toma de conciencia de las mismas carencias universitarias y científicas, olvidándose que producen la mutilación del saber, es decir, un nuevo oscurantismo. Estos males modernos resultan inseparables del conocimiento científico.
Al mismo tiempo, el mismo proceso que realizó y realiza las mayores hazañas en el orden del conocimiento produce nuevas ignorancias, un nuevo oscurantismo, una nueva patología del saber, un poder incontrolado. Este fenómeno de doble rostro plantea un problema de civilización crucial y vital. El siglo XX fue testigo de la inmersión vertiginosa de la civilización en la crisis de los fundamentos del conocimiento, empezando ésta con la filosofía, animada por una dialéctica que remitía de uno a otro la búsqueda de un fundamento cierto para el conocimiento y el perpetuo retorno del espectro de la certidumbre. A partir de allí, la filosofía contemporánea se dedica menos a la construcción de sistemas sobre fundamentos seguros que a la deconstrucción generalizada y a la radicalidad de un cuestionario que relativiza todo conocimiento.
Nace el Círculo de Viena, pretendiendo fundar la certidumbre del pensamiento en el “positivismo lógico” y así, el sueño de encontrar los fundamentos absolutos se hundió con el descubrimiento de la ausencia de tales fundamentos. En ese orden de ideas, Popper demostró que la verificación no bastaba para asegurar la verdad de una teoría científica y reveló que, por el contrario, lo propio de la cientificidad de una teoría residía en el falibilismo. Como consecuencia, ni la verificación empírica ni la verificación lógica son suficientes para establecer un fundamento cierto del conocimiento.
Simultáneamente, lo Real también entraba en crisis y el orden impecable del universo cedió lugar a una combinación incierta y enigmática de orden, desorden y organización. Se abren brechas en lo Real y en la lógica. Por estas dos brechas se escapa aquello que sigue llamándose Real y se pierden irreparablemente los fundamentos del Conocimiento. La crisis de los fundamentos del conocimiento científico se une a la crisis de los fundamentos del conocimiento filosófico, convergiendo una y otra en la crisis ontológica de lo Real, para confrontarnos a la crisis de los fundamentos del pensamiento. La duda y la relatividad llegaron para quedarse.
Sin embargo, la duda y la relatividad no son del todo malas, también pueden llegar a ser estimulantes de conocimientos. Debido a ello, es necesaria la construcción de un metapunto de vista que permita examinar las condiciones, posibilidades y límites del conocimiento. Como el problema de esas posibilidades y límites ha dejado de limitarse al terreno únicamente filosófico, el conocimiento del conocimiento puede llegar a ser, con toda legitimidad, científico al cien por ciento, al objetivizar al máximo todos los fenómenos cognitivos, pero al mismo tiempo debe y puede seguir siendo filosófico al cien por ciento. Si la filosofía intenta constituirse como ciencia, como ocurrió con la corriente del Círculo de Viena, renace el corte fundamental entre esta filosofía cientificista y objetivista, que ha perdido la problemática filosófica, y la otra filosofía que se concentra sobre la intuición, la experiencia, la reflexión, la especulación.
Vista la multidimensionalidad de los caracteres del conocimiento y la complejidad de los problemas que plantea, es necesario efectuar el difícil diálogo entre la reflexión subjetiva y el conocimiento objetivo. Además, es necesario reintegrar y concebir el problema de la relación sujeto-objeto. No se trata de caer en el subjetivismo, sino más bien afrontar el problema complejo en que el sujeto del conocimiento se convierte en objeto del conocimiento al mismo tiempo que sigue siendo sujeto.
El conocimiento del conocimiento debe superar los marcos de la epistemología clásica al mismo tiempo que la incluye (metaepistemología), y no puede sino volverse metepanepistemológico, integrando la epistemología compleja en cualquier andadura cognitiva que sea susceptible de reflexión, reconocimiento, situación, problematización. Es por eso que el conocimiento del conocimiento no puede ni debe ser del dominio exclusivo de pensadores, expertos y filósofos. Debe ser una tarea histórica para cada uno y para todos. La epistemología compleja debe descender a las calles y ser motor de la revolución del conocimiento.
El conocimiento debe hacer a las personas ver y reconocer entre verdadera y falsa imposibilidad de ganar conocimiento. Verdadera la que se desprende de sus propios límites y falsa la que se desprende del tabú y la resignación. Las prácticas científicas y filosóficas dependen de los especialistas, pero sus ideas pueden y deben ser las ideas de todos. Hay que reivindicar el derecho a tratar los problemas clave que se desprenden de los desarrollos científicos teniendo cuidado de no caer en la extrapolación irreflexiva, la traición semántica y la descontextualización impúdica. En otras palabras, la democratización del conocimiento.
Todo hombre debe tener un método que se desprende de su andadura, para ser ayuda de la estrategia. El fin del método es ayudarlo a pensar por sí mismo para responder al desafío de la complejidad de los problemas. Al unir un primer nivel de conocimientos (el de las ciencias referidas a los objetos físicos y biológicos), a un segundo nivel reflexivo sobre los conceptos e ideas, el operador del conocimiento se convierte, al mismo tiempo, en objeto del conocimiento, es decir, se apropia del conocimiento.
El conocimiento del conocimiento se nutre, principalmente, de los conocimientos científicos, porque son los únicos que pueden resistir la prueba de la verificación-refutación, pero se esfuerza en pensar y reflexionar los conocimientos científicos auto-elaborándose como epistemología compleja. Los conocimientos sobre el conocimiento se hallan en un estado de avance totalmente desigual en lo que concierne a la relación cerebro-espíritu, y como una gran parte del terreno no ha sido rastrillada aún, se corre un enorme riesgo de equivocarse en los problemas clave, las verdaderas cuestiones, las buenas vías de comunicación y las informaciones viables.
Las ciencias han hecho grandes avances en el campo del conocimiento, pero esos mismos avances acercan al hombre a un “yo no sé que” desconocido que reta sus conceptos, su lógica, su inteligencia, planteándose el problema de lo incognoscible. De este reto surgen interrogantes sobre la incertidumbre de que pueden haber conocimientos que se han ignorado o despreciado, que tal vez han sido destruidos en nombre de la lucha contra la ignorancia, y se hace evidente la necesidad vital de situar, reflexionar y reinterrogar al propio conocimiento.
A partir de ese momento, la búsqueda de la verdad va unida a una investigación acerca de la posibilidad de la verdad, la validez del conocimiento, el conocimiento del conocimiento. Cuando se conoce algo, se cree que esa noción de conocimiento es una y evidente y tan pronto como a esa noción se la interroga, se multiplica en nociones innumerables planteando cada una de ellas nuevas interrogantes, haciéndose el conocimiento cada vez más esquivo, multidimensional e inseparable.
Tal multidimensionalidad se ve rota por la organización del conocimiento en el seno de la cultura; los saberes que permitirían el conocimiento del conocimiento se hallan separados y parcelados. Cada uno se esos fragmentos separados ignora el rostro global del que forma parte. El parcelamiento de los conocimientos no sólo afecta a la posibilidad de un conocimiento del conocimiento, sino también a las posibilidades de conocimiento acerca del hombre mismo y el mundo, provocando una patología del saber. Semejante estado parece evidente y natural.
Siendo ésta la época más exaltante para el progreso del conocimiento, difícilmente se evidencia que las ganancias inauditas del conocimiento se pagan con inauditas ganancias de ignorancia. Las universidades y la investigación, los cuales son los refugios naturales de la libertad de pensamiento, toleran desviaciones e inconformismos y permiten la toma de conciencia de las mismas carencias universitarias y científicas, olvidándose que producen la mutilación del saber, es decir, un nuevo oscurantismo. Estos males modernos resultan inseparables del conocimiento científico.
Al mismo tiempo, el mismo proceso que realizó y realiza las mayores hazañas en el orden del conocimiento produce nuevas ignorancias, un nuevo oscurantismo, una nueva patología del saber, un poder incontrolado. Este fenómeno de doble rostro plantea un problema de civilización crucial y vital. El siglo XX fue testigo de la inmersión vertiginosa de la civilización en la crisis de los fundamentos del conocimiento, empezando ésta con la filosofía, animada por una dialéctica que remitía de uno a otro la búsqueda de un fundamento cierto para el conocimiento y el perpetuo retorno del espectro de la certidumbre. A partir de allí, la filosofía contemporánea se dedica menos a la construcción de sistemas sobre fundamentos seguros que a la deconstrucción generalizada y a la radicalidad de un cuestionario que relativiza todo conocimiento.
Nace el Círculo de Viena, pretendiendo fundar la certidumbre del pensamiento en el “positivismo lógico” y así, el sueño de encontrar los fundamentos absolutos se hundió con el descubrimiento de la ausencia de tales fundamentos. En ese orden de ideas, Popper demostró que la verificación no bastaba para asegurar la verdad de una teoría científica y reveló que, por el contrario, lo propio de la cientificidad de una teoría residía en el falibilismo. Como consecuencia, ni la verificación empírica ni la verificación lógica son suficientes para establecer un fundamento cierto del conocimiento.
Simultáneamente, lo Real también entraba en crisis y el orden impecable del universo cedió lugar a una combinación incierta y enigmática de orden, desorden y organización. Se abren brechas en lo Real y en la lógica. Por estas dos brechas se escapa aquello que sigue llamándose Real y se pierden irreparablemente los fundamentos del Conocimiento. La crisis de los fundamentos del conocimiento científico se une a la crisis de los fundamentos del conocimiento filosófico, convergiendo una y otra en la crisis ontológica de lo Real, para confrontarnos a la crisis de los fundamentos del pensamiento. La duda y la relatividad llegaron para quedarse.
Sin embargo, la duda y la relatividad no son del todo malas, también pueden llegar a ser estimulantes de conocimientos. Debido a ello, es necesaria la construcción de un metapunto de vista que permita examinar las condiciones, posibilidades y límites del conocimiento. Como el problema de esas posibilidades y límites ha dejado de limitarse al terreno únicamente filosófico, el conocimiento del conocimiento puede llegar a ser, con toda legitimidad, científico al cien por ciento, al objetivizar al máximo todos los fenómenos cognitivos, pero al mismo tiempo debe y puede seguir siendo filosófico al cien por ciento. Si la filosofía intenta constituirse como ciencia, como ocurrió con la corriente del Círculo de Viena, renace el corte fundamental entre esta filosofía cientificista y objetivista, que ha perdido la problemática filosófica, y la otra filosofía que se concentra sobre la intuición, la experiencia, la reflexión, la especulación.
Vista la multidimensionalidad de los caracteres del conocimiento y la complejidad de los problemas que plantea, es necesario efectuar el difícil diálogo entre la reflexión subjetiva y el conocimiento objetivo. Además, es necesario reintegrar y concebir el problema de la relación sujeto-objeto. No se trata de caer en el subjetivismo, sino más bien afrontar el problema complejo en que el sujeto del conocimiento se convierte en objeto del conocimiento al mismo tiempo que sigue siendo sujeto.
El conocimiento del conocimiento debe superar los marcos de la epistemología clásica al mismo tiempo que la incluye (metaepistemología), y no puede sino volverse metepanepistemológico, integrando la epistemología compleja en cualquier andadura cognitiva que sea susceptible de reflexión, reconocimiento, situación, problematización. Es por eso que el conocimiento del conocimiento no puede ni debe ser del dominio exclusivo de pensadores, expertos y filósofos. Debe ser una tarea histórica para cada uno y para todos. La epistemología compleja debe descender a las calles y ser motor de la revolución del conocimiento.
El conocimiento debe hacer a las personas ver y reconocer entre verdadera y falsa imposibilidad de ganar conocimiento. Verdadera la que se desprende de sus propios límites y falsa la que se desprende del tabú y la resignación. Las prácticas científicas y filosóficas dependen de los especialistas, pero sus ideas pueden y deben ser las ideas de todos. Hay que reivindicar el derecho a tratar los problemas clave que se desprenden de los desarrollos científicos teniendo cuidado de no caer en la extrapolación irreflexiva, la traición semántica y la descontextualización impúdica. En otras palabras, la democratización del conocimiento.
Todo hombre debe tener un método que se desprende de su andadura, para ser ayuda de la estrategia. El fin del método es ayudarlo a pensar por sí mismo para responder al desafío de la complejidad de los problemas. Al unir un primer nivel de conocimientos (el de las ciencias referidas a los objetos físicos y biológicos), a un segundo nivel reflexivo sobre los conceptos e ideas, el operador del conocimiento se convierte, al mismo tiempo, en objeto del conocimiento, es decir, se apropia del conocimiento.
El conocimiento del conocimiento se nutre, principalmente, de los conocimientos científicos, porque son los únicos que pueden resistir la prueba de la verificación-refutación, pero se esfuerza en pensar y reflexionar los conocimientos científicos auto-elaborándose como epistemología compleja. Los conocimientos sobre el conocimiento se hallan en un estado de avance totalmente desigual en lo que concierne a la relación cerebro-espíritu, y como una gran parte del terreno no ha sido rastrillada aún, se corre un enorme riesgo de equivocarse en los problemas clave, las verdaderas cuestiones, las buenas vías de comunicación y las informaciones viables.
lunes, 5 de mayo de 2008
martes, 29 de abril de 2008
domingo, 20 de abril de 2008
lunes, 31 de marzo de 2008
Planificación de las actividades del grupo CanoaboRobinson
VISIÓN DE LA REALIDAD VENEZOLANA, LATINOAMERICANA Y MUNDIAL DESDE UNA MIRADA CRÍTICA Y REFLEXIVA.
Planificación de las actividades del grupo CanoaboRobinson
Actividad Fecha Nro. de Horas
Encuentro con mis pares Del 24 / 03 al 31 / 03 10
Tema I Del 31 / 03 al 07 / 04 16
Tema II y III Del 07 / 04 al 14 / 04 30
Tema IV Del 14 / 04 al 21 / 04 16
Tema V Del 21 / 04 al 27 / 04 10
Reuniones Grupales Del 31 / 03 al 27 / 04 10
Planificación de las actividades del grupo CanoaboRobinson
Actividad Fecha Nro. de Horas
Encuentro con mis pares Del 24 / 03 al 31 / 03 10
Tema I Del 31 / 03 al 07 / 04 16
Tema II y III Del 07 / 04 al 14 / 04 30
Tema IV Del 14 / 04 al 21 / 04 16
Tema V Del 21 / 04 al 27 / 04 10
Reuniones Grupales Del 31 / 03 al 27 / 04 10
martes, 18 de marzo de 2008
Sistematización de Vivencias y Saberes. Marzo 2008

Curso: La Ciernética en la Regulación de las Organizaciones Complejas
SISTEMATIZACION DE VIVENCIAS Y SABERES.
Grupo No. 1 Núcleo Canoabo UNESR
En el poco tiempo que llevamos desarrollando saberes dentro de la maestría, ya comenzamos a plantear inquietudes que, inevitablemente, nos harán formar parte del proceso de transformación del modelo de organización existente dentro de la UNESR. No vamos a esperar obtener el título de Magister Robinsoniano para arrancar a aplicar el MSV en cada uno de nuestros espacios administrativos, académicos y humanos.
La propuesta de Modelo de Sistema Viable es una visión de organización sistémica que facilita el control de las organizaciones a través de relaciones horizontales y verticales entre los subsistemas que las integran y con el contexto que las rodean. Todas las actividades llevadas a cabo en el curso han permitido la reflexión acerca de la necesidad de revisar y reorientar las estructuras y procesos que hasta ahora hemos experimentado.
Se está planteando la refundación de la universidad (UNESR), para lo cual se toma como referencia el Modelo de Sistema Viable formulado por Beer, el cual consta de 5 subsistemas. Al considerar la UNESR como una organización compleja, debemos analizar cómo funciona cada uno de estos subsistemas, como son sus relaciones, niveles jerárquicos y como fluye la información. Ahora bien, la institución requiere oxigenarse, actualizarse y adaptarse a los cambios que demanda el entorno. En este sentido es importante que el sistema tenga sus mecanismos de auto control y auto regulación por lo tanto se debe tener constante comunicación con el medio para poder responder a las necesidades cambiantes del entorno.
La aplicación de la cibernética a la UNESR permitirá oxigenar y a hacer más eficiente y eficaz la institución, ya que el proceso de adaptación, auto regulación y auto aprendizaje involucrará a participantes, personal obrero, administrativo y facilitadores. De esta forma seremos favorecidos todos, al repercutir estos cambios en las actividades operativas de la universidad como son docencia, investigación y extensión.
En relación a la aplicación del modelo en una unidad organizativa de la UNESR, el grupo previamente realizó un diagnóstico, identificando fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas de la unidad seleccionada. Del análisis del modelo existente y de la interacción de las diferentes posturas de los miembros de la unidad organizativa podemos concluir que la aplicación del Modelo de Sistema Viable en el rediseño organizacional de la Coordinación de la Carrera de Administración de Empresas Agropecuarias en el Núcleo Canoabo puede constituirse en el vehículo más idóneo para llegar con éxito a reorganizar, de manera eficaz, los modos de gerenciar en un contexto participativo más amplio.
La calidad de la receptividad, el interés en participar y el deseo de construir un nuevo modelo completamente funcional fueron características observadas en el desarrollo de la actividad.
Grupo No. 1:
SoilaHerrera
Yamilet Mendoza
María Eugenia Silva
Nirva Mendoza
José Smith
viernes, 22 de febrero de 2008
Memoria Critica "Diseñando la Libertad" del Dr. Beer.
A continuación se presenta el resultado del análisis realizado al libro Diseñando la Libertad, el cual recoge seis conferencias dictadas por Stafford Beer tituladas: Amenaza Real “a lo que estimamos más valiosos”, Instrumentos subestimados por el hombre moderno, Prototipo de maquinaria para la libertad, La ciencia al servicio del hombre, Un futuro que podemos exigir ahora, y La libertad del hombre en un mundo cibernético. Para la realización de esta memoria descriptiva, cada uno de los participantes hizo lectura del contenido, se hicieron reflexiones e interpretaciones sobre el material leído a través del foro “Diseñando la Libertad” y finalmente se fijo una postura crítica respecto a la propuesta de Beer.
1.2 Desarrollo del cuerpo de la Memoria
1.2.1 Presentación resumida del autor:
Stafford Beer en sus conferencias recogidas en el libro “Diseñando la Libertad” expone desde una perspectiva crítica la situación actual de las organizaciones a partir del estudio de la estructura de los sistemas dinámicos. En tal sentido plantea que el sistema tiene demasiados estados posibles, por lo que se hace complejo. El número de estados posibles del sistema es la variable, así comenta el autor que las instituciones han venido controlando cierto grado de variables por medio de un conjunto de reductores de variables. Estos métodos dieron resultados en el pasado, pero en la actualidad tienden a producir el caos. Para regular un sistema hay que absorber su variable, si no se logra el sistema se torna inestable. Se habla entonces de la Ley de la variable Requerida o Ley de Ashby para suministrar la exacta variable que se requiere. Cuando las variables están desajustadas, se deben estructurar las organizaciones para hacerle frente a esto. Existen dos formas de conseguirlo una consiste en reducir la variable generada espontáneamente por el sistema, de manera que se ajuste al regulador de la variable que se ha establecido previamente en ese sistema y la otra forma es ampliar la variable reguladora de la totalidad del sistema. Existen tres instrumentos básicos según Beer para ampliar la variable, estos son la computadora, el teleproceso y la cibernética, entendida ésta última como las técnicas de la organización eficiente. El problema reside es hasta qué punto se debe ampliar o atenuar la variable y hasta dónde el sistema lo soporta, por eso los sistemas se ha vuelto anacrónicos. En un gobierno la variable se controla principalmente atenuándola por varias vías como la acumulación de datos, demora en la regida de datos, entre otros.
Por otra parte, y continuando con el estudio que hace el autor de las organizaciones como sistemas dinámicos, resalta que no favorece su funcionamiento algunas circunstancias como el hecho que a pesar que hoy día las comunicaciones son rápidas, no las movilizamos, las computadoras se utilizan de manera errónea y no existe una real participación de los trabajadores. Del mismo modo indica que es falso que la ciencia está al servicio del hombre, porque solo ha contribuido a destruir en el hombre su dimensión humana y su alegría de vivir. En este orden de ideas se plantea ¿dónde debemos utilizar amplificadores y atenuadores de la variable? De acuerdo a esto, el autor indica que es posible proyectar de nuevo las instituciones de un gobierno de acuerdo a los principios y prácticas de la cibernética, lo cual consistirá en transferir al individuo la decisión de decidir, que el pueblo por si mismo tome el control de la ciencia por medio de procesos democráticos; suministrando a aquel o a los gobiernos nuevos canales de comunicación, nuevos sistemas de educación y nuevos sistemas de difusión.
Las instituciones deberán sufrir un cambio verdadero para un adecuado progreso, sin embargo existen dos barreras a vencer: la burocracia y la disponibilidad de dinero. Los proyectos que se deben planificar para nuestra sociedad son los esquemas cibernéticos, las telecomunicaciones se deben utilizar en forma adecuada, con una alta variable, tiempos reales y con circuitos de banda ancha en todas ellas y para que estén a disposición de todos deben ser gratuitas.
Dentro de la organización del sistema, será preciso un correcto empleo de la computadora para que el pueblo pueda emplearla en su evolución personal, para dirigir sus propios planes de estudio, programar lo que les interese y poder editar sus propias publicaciones.
Beer plantea que si la ciencia puede dominar toda la rama del conocimiento cuyo objetivo pueda especificarse con exactitud y si el pueblo realmente empieza a especificar sus objetivos, tendrá en consecuencia que recurrir a la ciencia. Así entonces en el plan propuesto solo habrá necesidad de un equipo muy reducido de personas para coordinar las tareas. Habrá un equipo para cada provincia para actuar aunando esfuerzos y comunicar los resultados que se vayan obteniendo. El problema del costo del proyecto por ser un equipo pequeño puede ser sufragado por instituciones.
El autor resume su mensaje en la siguiente frase:
Debemos remodelar nuestro sistema para que su resultado sea la libertad.
1.2.2 Desarrollo del análisis crítico:
De acuerdo a lo expresado por el autor y tomando en cuenta que los argumentos que expone datan del siglo pasado, reconocemos que tuvo la visión de anticiparse a la aparición de Internet, al uso de banda ancha y los avances que en el campo de las telecomunicaciones disfrutamos hoy día. En ese mismo orden de ideas debemos indicar que la situación actual de las instituciones no se diferencia de lo planteado por el Dr. Beer, por lo tanto podemos encontrar muchas analogías que valen la pena analizar. En la actualidad las instituciones continúan presentando tensión ante las amenazas de cambio que los nuevos escenarios imponen, tanto en lo interno como en lo externo. En lo interno se sigue cometiendo el error de endilgar la culpa a los individuos sin analizar que la resistencia al cambio no depende del hombre sino de las instituciones, quienes en su afán de su propia supervivencia sacrifican la supervivencia del hombre. En lo externo, las organizaciones no tienen capacidad de respuesta a los cambios del entorno, no pueden mantener el control del nuevo estado de cosas, atienden más a la productividad final, por lo tanto la libertad está subordinada a la eficacia, no hay libertad.
Creemos que las organizaciones hay que estudiarlas y gestionarlas como sistemas abiertos, dinámicos, donde a su vez interactúan sub sistemas que están influenciados por el ambiente o entorno. También hay que considerar que las organizaciones están integradas por seres humanos, por lo cual los intereses organizacionales ya no deben ser solamente de productividad sino también humanista.
Es importante acotar que el enfoque del pensamiento sistémico de las organizaciones o enfoque holístico promovido por Stafford Beer, posteriormente fue retomado por Bertalanffy con la Teoría de Sistemas y Peter Senge con la Teoría de las Organizaciones Inteligentes, ambos autores comparten la visión del enfoque sistémico.
En cuanto al rediseño organizacional, creemos que se deben construir los modelos específicos que atiendan a las necesidades particulares de cada institución y de sus integrantes, donde se puedan establecer mecanismos adaptadores, reguladores, controladores, evaluadores de resultados, promotores de retroalimentación y para la re adaptación. Se entiende que el Dr. Beer realizó estas propuestas en el siglo pasado en el cual se plantea el uso de la computadora, el teleproceso y la cibernética para lograr la eficiencia y la eficacia de las organizaciones, sin embargo en el transcurso de éste siglo, esas herramientas se han hecho accesibles a un gran número de instituciones y grupos de personas.
Coincidimos plenamente con el Dr. Beer en que se debe implementar el rediseño de los sistemas bajo un enfoque humanista que establezca las regulaciones a la sociedad de consumo, a los costos de la educación, el acceso a la información, romper esquemas burocráticos y establecer la inmediatez en la aplicación de los modelos, a objeto de promover el engranaje de esa maquinaria que nos va a llevar en el tiempo y en el espacio a la libertad plena.
Creemos que las organizaciones hay que estudiarlas y gestionarlas como sistemas abiertos, dinámicos, donde a su vez interactúan sub sistemas que están influenciados por el ambiente o entorno. También hay que considerar que las organizaciones están integradas por seres humanos, por lo cual los intereses organizacionales ya no deben ser solamente de productividad sino también humanista.
Es importante acotar que el enfoque del pensamiento sistémico de las organizaciones o enfoque holístico promovido por Stafford Beer, posteriormente fue retomado por Bertalanffy con la Teoría de Sistemas y Peter Senge con la Teoría de las Organizaciones Inteligentes, ambos autores comparten la visión del enfoque sistémico.
En cuanto al rediseño organizacional, creemos que se deben construir los modelos específicos que atiendan a las necesidades particulares de cada institución y de sus integrantes, donde se puedan establecer mecanismos adaptadores, reguladores, controladores, evaluadores de resultados, promotores de retroalimentación y para la re adaptación. Se entiende que el Dr. Beer realizó estas propuestas en el siglo pasado en el cual se plantea el uso de la computadora, el teleproceso y la cibernética para lograr la eficiencia y la eficacia de las organizaciones, sin embargo en el transcurso de éste siglo, esas herramientas se han hecho accesibles a un gran número de instituciones y grupos de personas.
Coincidimos plenamente con el Dr. Beer en que se debe implementar el rediseño de los sistemas bajo un enfoque humanista que establezca las regulaciones a la sociedad de consumo, a los costos de la educación, el acceso a la información, romper esquemas burocráticos y establecer la inmediatez en la aplicación de los modelos, a objeto de promover el engranaje de esa maquinaria que nos va a llevar en el tiempo y en el espacio a la libertad plena.
1.3 Conclusiones:
Stafford Beer en sus conferencias plantea el contenido de un esquema interesante a seguir para la conducción de la efectividad y la eficacia de las organizaciones bajo un enfoque humanista y democrático.
El tema principal del contenido que quiere expresar el autor comprende las leyes que rigen los sistemas, el comportamiento de las organizaciones, comprensión de las alteraciones y control de las mismas. Finalmente sugiere un rediseño de los sistemas actuales hacia sistemas humanistas y la aplicación de la ciencia de la cibernética para el estudio de las organizaciones. El estudio de la cibernética ha permitido la identificación de los principios de control que son aplicables a todos los sistemas, por su puesto incluye a las organizaciones complejas.
Bibliografía
Beer, S. (1977). Diseñando la Libertad. Editorial del F.C. México
Bertalanffy, L. (1987). Teoría de Sistema. Fondo de Cultura Económica. Sexta Edición. México.
Senge. P. (1990). La Quinta Disciplina. Editorial Juan Granica S.A.
viernes, 15 de febrero de 2008
Capacidades Polivalentes del Grupo

En relación a las capacidades polivalentes, conformamos un equipo multidisciplinario, con características especiales que favorecen el abordaje de la temática y la ejecución de las actividades que permitirán impulsar y promover una cultura organizacional fundamentada en la concepción cibernética. Entre los miembros del equipo se encuentran dos administradoras egresadas de la UNESR, con amplia experiencia en gerencia comercial y educativa, un médico veterinario con excelente visión de lo que debe ser la productividad pecuaria y la generación de proyectos socio-productivos, así como también experto en las tecnologías informáticas. También se cuenta con una ingeniera y una tecnóloga en alimentos, especialistas en estadísticas y proyectos agroalimentarios y además una licenciada en Educación Rural, con maestría en Andragogía y doctorado, (por defender tesis) en Ciencias Sociales. Vale decir que todos ellos poseen un dominio instrumental de los idiomas inglés y portugués.
Todo lo anteriormente expuesto fortalece el desarrollo de las capacidades polivalentes que guiarán al equipo en su rol como facilitadores y mediadores de aprendizajes, con un enfoque humanista, donde a través de la investigación social, efectiva y crítica, se convertirán en piezas productoras de desarrollo social, o como lo dijo el Dr. Manuel Mariña: “…apoyado en las tecnologías de información y comunicación (Tics), será un investigador social comprometido e integrado a su medio circundante a fin de descubrir a ese ser que no existe”
jueves, 17 de enero de 2008
La Andragogía

Una Estrategia Efectiva para el Aprendizaje en el Adulto.
En la educación de adultos desafortunamente muchos profesores piensan que la tarea que les corresponde es proporcionar información, ser modelo para las destrezas y actitudes o en el mejor de los casos capacitar a las personas para ejercer ciertas funciones, olvidándose de que debe existir un estrecho vinculo entre el proceso de enseñanza y la función de orientar y guiar el aprendizaje.
Es fundamental que los facilitadores de adultos tomen interés en la vida de las personas con las cuales ejercen su labor, a fin de desarrollar la autoconfianza en los participantes. Para nadie es un secreto que el ser humano al llegar a la adultez es capaz de tomar decisiones con entera libertad para auto-dirigirse, participar activamente en el trabajo productivo y asumir responsabilidades inherentes a su vida, y de este modo conducirse deliberadamente con autonomía en lo social, económico, político y cultural. De ahí se distingue que el adulto a diferencia del niño y adolescente tiene otros intereses, necesidades y otra manera de ver la vida. Por lo tanto necesita ser orientado con otra metodología que le ayude a desarrollar todo ese potencial que posee el adulto como tal.
Para enfrentar esta realidad es menester que el individuo tenga la capacidad para perfeccionar sus conocimientos y de enriquecer la formación conforme a su participación activa en la comunidad. En este sentido, es pertinente la vinculación de la educación con la vida a fin de reconocer, evaluar y valorar el aprendizaje que no provenga de fuentes académicas sino de la experiencia.
La Andragogía en la actualidad y especialmente en los cursos online se convierte en un modelo de aprendizaje de gran utilidad, siempre y cuando el adulto como tal, asuma con madurez el papel y la función que le corresponde ejercer; es una alternativa para incorporar las características biopsicosociales y ergológicas que presenta el individuo en la etapa de la adultez; permitiendo así el máximo desarrollo de sus potencialidades y la adquisición progresiva de conocimientos que refuerce su motivación, inquietudes e intereses hacia el logro de sus metas y objetivos, facilitando un rendimiento efectivo basado en el esfuerzo concentrado, que no es otra cosa, que el proceso sinérgico de la actividad psíquica coordinada hacia un objetivo de aprendizaje prioritario que da interpretación a la real expresión de la conducta psicológica y social del adulto frente a una situación de aprendizaje.
La Andragogía como estrategia de aprendizaje ofrece:
ü Orientar al adulto en esa búsqueda de nuevos rumbos que le permitan desarrollar sus potencialidades para alcanzar su perfeccionamiento como individuo.
ü Abrir nuevas perspectivas en la vida profesional, social, política, cultural y familiar.Poner al alcance de los adultos estrategias que permitan actualizar y oxigenar los conocimientos para que continúe aprendiendo investigando y enriqueciendo su vida tecnológica y cultural. Sólo así se logrará consolidar las características del docente para el nuevo paradigma educativo de la Venezuela del siglo XXI.
Es fundamental que los facilitadores de adultos tomen interés en la vida de las personas con las cuales ejercen su labor, a fin de desarrollar la autoconfianza en los participantes. Para nadie es un secreto que el ser humano al llegar a la adultez es capaz de tomar decisiones con entera libertad para auto-dirigirse, participar activamente en el trabajo productivo y asumir responsabilidades inherentes a su vida, y de este modo conducirse deliberadamente con autonomía en lo social, económico, político y cultural. De ahí se distingue que el adulto a diferencia del niño y adolescente tiene otros intereses, necesidades y otra manera de ver la vida. Por lo tanto necesita ser orientado con otra metodología que le ayude a desarrollar todo ese potencial que posee el adulto como tal.
Para enfrentar esta realidad es menester que el individuo tenga la capacidad para perfeccionar sus conocimientos y de enriquecer la formación conforme a su participación activa en la comunidad. En este sentido, es pertinente la vinculación de la educación con la vida a fin de reconocer, evaluar y valorar el aprendizaje que no provenga de fuentes académicas sino de la experiencia.
La Andragogía en la actualidad y especialmente en los cursos online se convierte en un modelo de aprendizaje de gran utilidad, siempre y cuando el adulto como tal, asuma con madurez el papel y la función que le corresponde ejercer; es una alternativa para incorporar las características biopsicosociales y ergológicas que presenta el individuo en la etapa de la adultez; permitiendo así el máximo desarrollo de sus potencialidades y la adquisición progresiva de conocimientos que refuerce su motivación, inquietudes e intereses hacia el logro de sus metas y objetivos, facilitando un rendimiento efectivo basado en el esfuerzo concentrado, que no es otra cosa, que el proceso sinérgico de la actividad psíquica coordinada hacia un objetivo de aprendizaje prioritario que da interpretación a la real expresión de la conducta psicológica y social del adulto frente a una situación de aprendizaje.
La Andragogía como estrategia de aprendizaje ofrece:
ü Orientar al adulto en esa búsqueda de nuevos rumbos que le permitan desarrollar sus potencialidades para alcanzar su perfeccionamiento como individuo.
ü Abrir nuevas perspectivas en la vida profesional, social, política, cultural y familiar.Poner al alcance de los adultos estrategias que permitan actualizar y oxigenar los conocimientos para que continúe aprendiendo investigando y enriqueciendo su vida tecnológica y cultural. Sólo así se logrará consolidar las características del docente para el nuevo paradigma educativo de la Venezuela del siglo XXI.
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